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(me matan las distintas expresiones de los chicos en esta foto) |
Siempre, pero siempre siempre, alguien me consulta por ideas para un cumple infantil. Fueron 2 veces en la última semana. No por que los cumples de mis hijas sean wow, sino porque saben que soy una máquina de recopilar datos. Y porque me gusta que los chiquitos disfruten de los festejos!!
Mi interés por este tema empezó cuando, allá lejos y hace tiempo (soltera yo), en unos cursos de Emprendedores del
CMD conocí a Aida Fernandez, alma mater de La Palanganera, y me prometí que si tenía hijos algún día, la iba a contratar. Lejos, pero lejos lejos, la mejor propuesta de talleres/ animaciones EVER. Tuve la suerte de poder festejar varios cumples con ella. Pero tengo entendido que se retiró... (PAREN LAS ROTATIVAS!! ACTUALIZACION QUE ME PONE MUY FELIZ: Aída volvió al ruedo y ahora se llama T
ingo Tingo Tango. La mejor animación del mundo mundial, posta)
Algo genial: cuando tuvo su salón, el menú infantil no era de panchos y chizitos, sino de papas al horno, moñitos con manteca y queso + gelatina o flan. Si, señor. Eso es innovación.
Valor Vereda y
Bicicletas son sus sucesores, de hecho creo que ambos se formaron con Aída.
Si este es un tema que les interesa, sepan que no me gustan los lugares ruidosos, las animaciones a los gritos (y menos que menos con parlantes al taco y microfonos a full para hablarles a 25 pibitos...). No me banco los pequeños energúmenos histéricos. Ni la función Broadway Style para el cumple de 1 año. Ni bola de espejos y reggeaton al palo si existen cosas tan lindas como
esta. No me gustan los lugares descuidados. Tiendo a odiar a los peloteros en todas sus formas (aunque a mis hijas les encantan, lamentablemente) y el cumple ideal es mi casa. Pero mi casa no dá para los 30 amiguitos del cole, mas los primos e hijos de amigos. Así que hago lo que puedo!
Acá en mi tablero de
Pinterest hay algunas ideas que me inspiran (y que mi dulce humanidad está en condiciones de replicar).
Y a partir de acá, gente que contraté, disfruté y/o agendé para cuando me (o les) haga falta.