Alguna vez en este blog hablé de ese amor que conocí en mi primer viaje a Salta y Jujuy (sabía que era el primero porque sólo pienso en volver cada vez que pueda). Pero sólo puse una foto, una reflexión y una promesa de post que, ups, me tomó más de un año cumplir.
Otra vez, cuando me invitaron a escribir algo para Ñom sobre el tema que quisiera, elegí contar algo de ese viaje y mostrar muchas fotos. Y, ups, también prometí post.
Y como todo llega cuando tiene que llegar, acá estamos. Porque volví recién de un segundo viaje, esta vez sólo a Jujuy. Porque en las fotos que subí a IG muchos pidieron por más. Y porque me resisto a soltar una experiencia de viaje preciosa. Y escribir sobre ella, volver a mirar las fotos, compartir lo aprendido, es potenciar la experiencia y revivirla.
Te invito a subirte al auto y viajar con nosotros.
Voy a tratar de no escribir una biblia ni de poner cien mil fotos. Tarea difícil, porque tengo mucho mucho para contar y mostrar. Trataré de hacer un ejercicio de autocontrol, a ver si sale.
Te invito a subirte al auto y viajar con nosotros.
#pequemayor fotografiada x #pequemenor |
Primero lo primero, como ya dije, habíamos hecho otro viaje en 2014 donde tuvimos un primer pantallazo de 10 días recorriendo Salta (Capital, Cabra Corral, Cachi, Cafayate y paradas intermedias) y Jujuy (Purmamarca, Tilcara y alrededores). Todo bello, bello con ganas!
Cuando este año otra vez salió Lan a promocionar sus precios locos y los descuentos con millas, no dudé (gracias Banco Francés por acercarme un poco al próximo viaje con cada visita al súper). No dudé y sacamos los 4 pasajes. Ahora tocaba elegir qué recorrer durante estos cortos 5 días que teníamos disponibles. Esta vez queríamos enfocarnos en un radio más chico. Pero cual? TODO es lindo. Todo todo. Entonces a donde? ponele que tiramos la monedita, o algo así, y ganó Jujuy. Aunque Salta... uff!!! difícil la decisión, pero alguna había que tomar. Así que allá vamos Jujuy! (pero...y si Salta? No, Jujuy. Salta para la próxima. Es que es tan linda! (ok, ok... prometo post sobre el viaje a Salta en breve. Bue... breve).
Llegamos al aeropuerto de Salta como a las 11. Habíamos alquilado auto en Cactus, empresa local con muy buenos reviews y una tarifa bastante más económica que otras. Como no tienen oficina en el aeropuerto, te esperan con el cartelito, te llevan a la oficina que es ahí cerca hacer el trámite, pagás y te vas. A la vuelta nos encontramos en el aeropuerto con un representante de ellos e hicimos la devolución. Todo genial. Alquilamos un Corsa 4 puertas de lo más gaucho (el otro viaje alquilamos un Citroen C3 más grande, más confortable, pero en la montaña nos gustó más el Chevrolet).
Las chicas tenían hambre, pero como nuestro plan era almorzar en Dique La Cienaga (una de las tantas recomendaciones de este genial post de Trip Advisor) y sabíamos que teníamos algo más de una hora de viaje hasta ahí decidimos parar en la primer casa de empanadas que nos cruzáramos (ya habíamos aprendido que TODAS las empanadas en Salta son ricas, muy chiquitas y muy ricas, posta). Compramos media docena de empanadas ($9 cada una) y emprendimos el viaje felices. Para ir de Salta a Jujuy hay 2 alternativas: autopista (más rápido) o por la RN 9 o Camino de Cornisa (más lindo). Si digo cornisa, es porque es CORNISA, y si digo lindo es porque es MUY lindo. Salís de la ciudad y te internás en una selva del verde más intenso que te puedas imaginar. La vez anterior también vinimos por este camino, pero estaba haciéndose de noche y llovía, así que muy bien no la pasé (descubrí que tengo un poquitín de vértigo). Pero el paisaje es TAN lindo que lo queríamos disfrutar de día. Paramos a sacar un par de fotos, nos cruzamos con cabras, burros, cerdos, vacas y caballos... Entramos en un pueblo chiquito y muy lindo que se llama La Caldera. Es una ruta de asfalto, doble mano, muy angosta, pero bien señalizada y la gente maneja con precaución. Yo recomiendo ir por ese camino. Además es un buen entrenamiento para lo que viene después ;)
Tal como estaba planeado paramos a comer en La Cienaga, un mundo de gente (era Semana Santa) pero encontramos mesa rápido. Una riquísima milanesa, un tremendo pejerrey souffle y una parva de papas fritas. Ah, y empanadas, claro. De postre, quesillo con cayote y quesillo con batatitas en almibar, como se debe. Gaseosa light botella grande para los cuatro. Pagamos 360 pesos por el almuerzo. La vista? Priceless.
Teníamos intención de pasar por las Termas de Reyes y el criadero de Truchas en Yala, pero se nos había hecho un poco tarde y estábamos cansados (nos levantamos 6.30!) así que decidimos dejarlo para la vuelta y encarar para nuestro primer destino: Tilcara.
Llegamos a la Posada de Luz donde nos alojamos 3 días. Teníamos una habitación doble en suite, cuarto con cama matrimonial, pasillo hasta un estar en desnivel con 2 camas, mesa ratona y sillas materas, más un baño. Ah, y un patio con reposeras donde sentarte a reposar. Muy pero muy muy lindo!
Nos acomodamos, fuimos al lobby, pedimos café, té y budines (hacía mas frío del que teníamos previsto) y jugamos un partido de ajedrez con #pequemayor.
Recuperada la energía bajamos 3 cuadras hasta la Plaza, centro neurálgico de Tilcara, donde estaban armando las ermitas, costumbre de Semana Santa que combina arte, Fe y cultura. Son cuadros enormes hechos con semillas, flores, cereales y otros frutos de la tierra. Y los Sikuris que van bajando del cerro, en grupos, poniendo la banda de sonido a esta imagen genial que mezcla lugareños en procesión, turistas maravillados sacando fotos y gente que seguía haciendo lo que estaban haciendo casi sin notar la magia que flota a su alrededor.
Vuelta rápida por el pueblo, comprar algunas provisiones (caramelos de coca u hojas para mascar o hacer té, fundamentales para acomodarse mejor a la altura, Tilcara está a 2500 mts s.n.m.) y volvimos al hotel, las chicas cansadas y con frío, #pequemayor a punto de engriparse... Pedimos a la cocina del hotel unos tamales y una picada de quesos y fiambres (traía además un increíble escabeche de pollo), abrimos una botella de tinto salteño, prendimos la salamandra y disfrutamos de nuestra primer noche en la Puna. Agotados, dormimos como angelitos.
Tilcara es super linda. Yo digo que es como el Bariloche del norte. Mas chico, claro. Pero es la ciudad más turística de la zona. Más variedad de hoteles, lugares para comer, la única estación de servicio. Decidimos quedarnos ahí para vivirla un poco más ya que la vez anterior sólo estuvimos una noche. Al día siguiente nos levantamos temprano. El desayuno no podía ser más rico y abundante. Pan casero, budines, medialunas, café, te, jugo, tostadas, queso, jamón, frutas, huevos revueltos (lo mejor era pasar a la tarde por el lobby donde está también la cocina y ver cómo hacían las horneadas para el día siguiente). Otra vuelta por el centro, compramos unos sweters y algunas artesanías, algo para comer (riquísimas las "tortillas" una especie de masa rellena con queso y otras cosas que se cocinan a la parrilla y se venden en todas las calles).
Es un pueblo mini. Iglesia, plaza con algunos artesanos, un par de cuadras hacia cada punto cardinal. Solitario este sábado y a la hora de la siesta. Todo de adobe y algún toque de color aquí o allá, calles planas y tranquilas al pié del Cerro Las Señoritas. Dejamos el auto en la última callecita, al lado del cementerio.
Caminamos un trecho corto, subiendo el lecho seco de un río entre pastizales y cardones y unas liebres que nos cruzaron, al fondo unos cerros que parecen de helado.
Rocas rojas rojas como de frutilla al agua, otras de algún tipo de dulce de leche y arriba chocolate intenso. Hicimos un rato de trekking, picamos lo que habíamos llevado, trepamos un poco más entre las rocas (leí que si caminás un poco más se llega a un sitio arqueológico).
Ya un tanto cansados nos fuimos a Cerro Las Señoritas a tomar el té. Una casa chiquita, al borde del pueblo. Apenas entrás hay algunos tejidos a la venta, pasás al salon y habrá 6 mesas máximo. Te atiende Olga, la dueña de casa. Pedimos café para nosotros, chocolate caliente para las chicas y 3 tortas. Tremendas tortas! Un crumble de pera que si no es el más rico que probé en mi vida le pega en el palo. Una de chocolate y frambuesas y otra de mousse de frambuesas. Muuucha frambuesa porque es lo que Olga cultiva, así que imaginen... super fresco y casero. Ahí también se puede almorzar, no veo la hora de volver para probar lo salado (y a sacar unas fotos).
Cansados y contentos volvimos a la posada. Un rato de relax, y bañados y peinados nos fuimos a comer a Las Marias, un hotel suuuuper lindo donde nos alojamos el viaje anterior y habíamos comido muy bien. Pero esta vez no tanto. Las chicas comieron unas hamburguesas de llama que estaban muy buenas, yo unos ravioles de quinoa que no me sorprendieron demasiado y #marido una bondiola a la mostaza que no era gran cosa. Pero nos trajo lindos recuerdos de la noche que nos alojamos ahí, que va a quedar grabada en mi memoria para siempre: fue la noche que nos enteramos que #marido era finalista en el Premio Clarin de Novela.
Y con esto en la cabeza, nos fuimos a dormir como bebés.
(Más aventuras jujeñas acá y acá)
ah, consulta: las fotos estan muy pequeñas? es que son muchas y sino no pararían nunca de scrollear!!!
OK, a pedido del público acá están todas la fotos más grandes... incluso algunas otras que acá no subí!
Nota: todas las fotos de este post son sacadas por mí. O por marido. O por alguna de las pequeñas. Por alguien de la familia, bah... son tantas que en algún momento perdimos el registro de quién sacó qué...
Llegamos al aeropuerto de Salta como a las 11. Habíamos alquilado auto en Cactus, empresa local con muy buenos reviews y una tarifa bastante más económica que otras. Como no tienen oficina en el aeropuerto, te esperan con el cartelito, te llevan a la oficina que es ahí cerca hacer el trámite, pagás y te vas. A la vuelta nos encontramos en el aeropuerto con un representante de ellos e hicimos la devolución. Todo genial. Alquilamos un Corsa 4 puertas de lo más gaucho (el otro viaje alquilamos un Citroen C3 más grande, más confortable, pero en la montaña nos gustó más el Chevrolet).
Las chicas tenían hambre, pero como nuestro plan era almorzar en Dique La Cienaga (una de las tantas recomendaciones de este genial post de Trip Advisor) y sabíamos que teníamos algo más de una hora de viaje hasta ahí decidimos parar en la primer casa de empanadas que nos cruzáramos (ya habíamos aprendido que TODAS las empanadas en Salta son ricas, muy chiquitas y muy ricas, posta). Compramos media docena de empanadas ($9 cada una) y emprendimos el viaje felices. Para ir de Salta a Jujuy hay 2 alternativas: autopista (más rápido) o por la RN 9 o Camino de Cornisa (más lindo). Si digo cornisa, es porque es CORNISA, y si digo lindo es porque es MUY lindo. Salís de la ciudad y te internás en una selva del verde más intenso que te puedas imaginar. La vez anterior también vinimos por este camino, pero estaba haciéndose de noche y llovía, así que muy bien no la pasé (descubrí que tengo un poquitín de vértigo). Pero el paisaje es TAN lindo que lo queríamos disfrutar de día. Paramos a sacar un par de fotos, nos cruzamos con cabras, burros, cerdos, vacas y caballos... Entramos en un pueblo chiquito y muy lindo que se llama La Caldera. Es una ruta de asfalto, doble mano, muy angosta, pero bien señalizada y la gente maneja con precaución. Yo recomiendo ir por ese camino. Además es un buen entrenamiento para lo que viene después ;)
Tal como estaba planeado paramos a comer en La Cienaga, un mundo de gente (era Semana Santa) pero encontramos mesa rápido. Una riquísima milanesa, un tremendo pejerrey souffle y una parva de papas fritas. Ah, y empanadas, claro. De postre, quesillo con cayote y quesillo con batatitas en almibar, como se debe. Gaseosa light botella grande para los cuatro. Pagamos 360 pesos por el almuerzo. La vista? Priceless.
Teníamos intención de pasar por las Termas de Reyes y el criadero de Truchas en Yala, pero se nos había hecho un poco tarde y estábamos cansados (nos levantamos 6.30!) así que decidimos dejarlo para la vuelta y encarar para nuestro primer destino: Tilcara.
Paleta del Pintor, Maimará. |
Llegamos a la Posada de Luz donde nos alojamos 3 días. Teníamos una habitación doble en suite, cuarto con cama matrimonial, pasillo hasta un estar en desnivel con 2 camas, mesa ratona y sillas materas, más un baño. Ah, y un patio con reposeras donde sentarte a reposar. Muy pero muy muy lindo!
Nos acomodamos, fuimos al lobby, pedimos café, té y budines (hacía mas frío del que teníamos previsto) y jugamos un partido de ajedrez con #pequemayor.
Recuperada la energía bajamos 3 cuadras hasta la Plaza, centro neurálgico de Tilcara, donde estaban armando las ermitas, costumbre de Semana Santa que combina arte, Fe y cultura. Son cuadros enormes hechos con semillas, flores, cereales y otros frutos de la tierra. Y los Sikuris que van bajando del cerro, en grupos, poniendo la banda de sonido a esta imagen genial que mezcla lugareños en procesión, turistas maravillados sacando fotos y gente que seguía haciendo lo que estaban haciendo casi sin notar la magia que flota a su alrededor.
Vuelta rápida por el pueblo, comprar algunas provisiones (caramelos de coca u hojas para mascar o hacer té, fundamentales para acomodarse mejor a la altura, Tilcara está a 2500 mts s.n.m.) y volvimos al hotel, las chicas cansadas y con frío, #pequemayor a punto de engriparse... Pedimos a la cocina del hotel unos tamales y una picada de quesos y fiambres (traía además un increíble escabeche de pollo), abrimos una botella de tinto salteño, prendimos la salamandra y disfrutamos de nuestra primer noche en la Puna. Agotados, dormimos como angelitos.
Tilcara es super linda. Yo digo que es como el Bariloche del norte. Mas chico, claro. Pero es la ciudad más turística de la zona. Más variedad de hoteles, lugares para comer, la única estación de servicio. Decidimos quedarnos ahí para vivirla un poco más ya que la vez anterior sólo estuvimos una noche. Al día siguiente nos levantamos temprano. El desayuno no podía ser más rico y abundante. Pan casero, budines, medialunas, café, te, jugo, tostadas, queso, jamón, frutas, huevos revueltos (lo mejor era pasar a la tarde por el lobby donde está también la cocina y ver cómo hacían las horneadas para el día siguiente). Otra vuelta por el centro, compramos unos sweters y algunas artesanías, algo para comer (riquísimas las "tortillas" una especie de masa rellena con queso y otras cosas que se cocinan a la parrilla y se venden en todas las calles).
Video de la feria, con banda de sonido tocada en vivo,
Después nos fuimos para Uquía, unos 30 km al norte por ruta en perfecto estado.
Caminamos un trecho corto, subiendo el lecho seco de un río entre pastizales y cardones y unas liebres que nos cruzaron, al fondo unos cerros que parecen de helado.
(Quien encuentra a #pequemenor en una de las fotos?) |
Rocas rojas rojas como de frutilla al agua, otras de algún tipo de dulce de leche y arriba chocolate intenso. Hicimos un rato de trekking, picamos lo que habíamos llevado, trepamos un poco más entre las rocas (leí que si caminás un poco más se llega a un sitio arqueológico).
Ya un tanto cansados nos fuimos a Cerro Las Señoritas a tomar el té. Una casa chiquita, al borde del pueblo. Apenas entrás hay algunos tejidos a la venta, pasás al salon y habrá 6 mesas máximo. Te atiende Olga, la dueña de casa. Pedimos café para nosotros, chocolate caliente para las chicas y 3 tortas. Tremendas tortas! Un crumble de pera que si no es el más rico que probé en mi vida le pega en el palo. Una de chocolate y frambuesas y otra de mousse de frambuesas. Muuucha frambuesa porque es lo que Olga cultiva, así que imaginen... super fresco y casero. Ahí también se puede almorzar, no veo la hora de volver para probar lo salado (y a sacar unas fotos).
Cansados y contentos volvimos a la posada. Un rato de relax, y bañados y peinados nos fuimos a comer a Las Marias, un hotel suuuuper lindo donde nos alojamos el viaje anterior y habíamos comido muy bien. Pero esta vez no tanto. Las chicas comieron unas hamburguesas de llama que estaban muy buenas, yo unos ravioles de quinoa que no me sorprendieron demasiado y #marido una bondiola a la mostaza que no era gran cosa. Pero nos trajo lindos recuerdos de la noche que nos alojamos ahí, que va a quedar grabada en mi memoria para siempre: fue la noche que nos enteramos que #marido era finalista en el Premio Clarin de Novela.
Y con esto en la cabeza, nos fuimos a dormir como bebés.
(Más aventuras jujeñas acá y acá)
ah, consulta: las fotos estan muy pequeñas? es que son muchas y sino no pararían nunca de scrollear!!!
OK, a pedido del público acá están todas la fotos más grandes... incluso algunas otras que acá no subí!
Nota: todas las fotos de este post son sacadas por mí. O por marido. O por alguna de las pequeñas. Por alguien de la familia, bah... son tantas que en algún momento perdimos el registro de quién sacó qué...
Desde la nota en Ñom + lo que me contó mi mamá de cuando fue, tengo muchas ganas de conocer el Norte, pero en esta época, que creo es la más linda para ir, Novio está a full con la cosecha y es imposible programar un viaje, ojalá se nos de pronto.
ResponderBorrarEspero más data, es un lujo leerte Flor!
Menos mal que pasaste rapidito por acá... publiqué sin querer, me faltaba agregar algunas fotos de Uquía! Sólo me di cuenta cuando me llegó la notificación de tu comment... ups.
BorrarY si, te recomiendo que vayas cuando puedas, te va a encantar! La otra vez fuimos en Octubre y era divino, ahora en Abril también.
que lindoooo! fuí muuuchos años a visitar a mis primos que vivieron en Jujuy años y ahora tengo que volver sí o sí! xq el Norte es hermoso, DEBO volver! que buen viaje Flor! me encantó, besotes
ResponderBorrarComo le dije a Mai, cuando antes puedas ir... anda!!!
BorrarBesos!
grosa Flor ! qué hermosura!
ResponderBorrara la pregunta de si las fotos son muy chiquitas, la verdad es que puse la manito para querer ampliar cada una...queremos ver más !!! jajaa abrazo!
jajaja, ahi puse las grandes en flickr y en el proximo post van bieeeeen grandes! besos, linda!
BorrarGenial!! Ya entro a las webs de cada recomendación a chusmear. Yo fui en el 2005 con Gaby, 10 días súper intensos. Y me enamore. Volvemos en Agosto, esta vez con los retoños, creo que les va a fascinar! Solo me preocupa la altura.
ResponderBorrarGracias x compartir Flor! Besos
Que bueno que vas May!!!! van a disfrutar un montón! en el otro post hay tips para lidiar con la altura.
Borrarbesos!
que bueno leer tan pronto sobre el viaje!! Yo sí tuve la suerte por mi trabajo de recorrer mucho la Argentina... y aunque siempre quedan rincones por conocer, el Norte se robó mi corazón desde mi primer viaje. Siempre siempre siempre tengo ganas de volver y seguir descubriendo esos pueblitos tan divinos. 100% de acuerdo con vos: las empanadas jamás fallan! Y otro dato... las empanadas fritas no caen mal... será porque uno está de vacaciones?! Siempre les tengo idea, y ahí es como comerte una ensalada! :)
ResponderBorrarEn cuanto a las fotos... yo las prefiero grandes, no me cansan! pero no sé si soy parámetro! Espero feliz los proximos posts. Beso!
Reeeee seguí tus consejos para este viaje y para el anterior Vero! y tambien quiero volver y volver...
BorrarBesos!
Genial flor! Ya voy tomando nota! Gracias gracias x el relato. Espero ansiosa del resto. .. se que hay mucho mas divinor!!!
ResponderBorrarHay mucho más!!! Ya llega!
BorrarHola Flor! creo que el tamaño de las fotos está bien, pero el texto de tu blog me obliga siempre a agrandar la vista del navegador (será que se me aproximan los cuarenta y estoy chicata???)
ResponderBorrarahora a lo importante: qué lindo que cuentes el viaje este!!! hermoso Jujuy. Fui hace mil con mi gestión anterior para hacer esos viajes que son como leer un libro solo con el índice: en 4 días hicimos salta, Jujuy y Tucumán, incluyendo día entero en el tren de las Nubes. Hace un par de años volví por trabajo solo a Termas de reyes. Pero me coparía hacer un viaje de unos 10 o 12 días para recorrer todo lo que se pueda el NOA. La foto que pusisite de la paleta del pintor te juro que me emocionó! El Norte es tan bello no solo por los paisajes sino por la gente. Nosotros somos re fans de la patagonia que es de paisajes bellísisimos pero como que humanamente no aporta tanto como el NOA, no?
Besos y espero la próxima entrada!!!!
Jajaja, yo soy reeeee chicata, entonces creía que los textos eran chiquitos sólo para mí, así q ahora lo agrandé (a pedido del público). El NOA es lo mássss (para mí le pasa el trapo al Sur, y eso que el sur es magnífico!). Pero que se yo... son gustos. Ojalá puedas volver pronto y disfrutarlo!
BorrarOh que hermosos recuerdos! Los mejores días de mi vida creo haberlos vivido en Jujuy! Recorrí casi toda la Argentina, me falta solo Ushuaia y te aseguro, Dios se sentó a jugar con el pincel y creo lo más hermoso del país ahí!
ResponderBorrarA Usuahia le tengo unas ganas...! ya va a llegar. Y si, los colores en Jujuy son imponentes. Ya tengo ganas de volver!
BorrarNo conozco Jujuy ni Salta, ufff, quedan tan lejos!!! Ojalá algún día podamos ir. Me gusta la idea de ir en avión y alquilar auto allá, porque marido es el único que maneja (soy una zoquete, ya lo sé) y el viaje se le haría interminable. Fotos grandes para mí, please. Y ya que estamos, la letra un poquito más visible para la gente chicata rondando la cuarta década.
ResponderBorrarBesos!!!
Letra y fotos agrandadas!!
BorrarOjalá puedas ir en algún momento, es demasiado lindo! Avion y alquiler de auto es óptimo, pero también un presupuesto. Amigos que lo hicieron en auto dicen que es un viaje muy lindo si lo hacés con calma y parando en los diferentes lugares... Y sinó colectivo, a dedo o cómo sea... no te lo podés perder!
Genia Flor, qué nivel de detalle! Seguro volveré a tu post en mi próximo viaje al norte. Espero que sea pronto!!
ResponderBorrarGracias por los servicios a la comunidad!!! Fotos: prefiero grandes, más aún de estos bellos paisajes :)
beso grande!!!
Jajaja yo te paso datos a vos, y vos a mí, y así seguimos hasta el infinito y más allá! Siempre sigamos disfrutando, hormiguitas viajeras!
BorrarAyy, Flor, la verdad... me emocioné un montón. Por supuesto por tu manera tan clara y tan agradable de contar cada paso, cada comida, cada paisaje, y las fotos, en fin , todo. pero me superó el imaginar la felicidad de ustedes los cuatro ahí, y de alguna manera como dije en otro comentario, yo estuve un poquito en medio de esa felicidad. Gracias por compartir!
ResponderBorrarMe alegra Anita que hayas paseado con nosotros! beso grande y nos vemos pronto!
BorrarUf, que ganas de ir a conocer todo! Y a comerrrrr! Es una zona que tengo pendiente y por esas cosas inentendibles no voy. Mis viejos fueron de luna de miel y siempre mamá hablaba de lo que era, y eso que estoy hablando de hace 50+ años. Definitivamente tengo que ir!
ResponderBorrarDEFINITIVAMENTE no te lo podés perder!!! ahora además tenés no sólo la geografia que es magnífica (y lleva ahi muuuucho más que 50 años) sino que además hay un desarrollo turístico de lo más interesante en los útimos años. RE vale la pena!
BorrarY la comida Flor, la co mi da !
BorrarLos colores, la cultura, los contrastes, los paisajes, espero poder ir (que sea pronto! jajaja) y seguramente que vuelve a este post sin dudas, gracias por compartirlo con tanta pasión Flor, buena semana!
ResponderBorrarTe morís cuando vayas... esos colores!!!! es magia pura! Besos, Gise!
BorrarCon Juli somos enamorados de Jujuy al punto que fuimos los ultimos 3 años consecutivos y sabemos que cuando podamos, volvemos.
ResponderBorrarGracias por llevarme por un rato a tomar solcito en el parque de Luz de vuelta, a tomar mates en el dique, en fin, a respirar Jujuy otra vez.
Va de la mano al comentario del otro día que te dejé en Instagram.
Saludos!
Ay si... yo acabo de volver y no pienso más que en el próximo viaje!
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