Todo llega en el momento en que tiene que llegar. No antes. No después.

Este post lo empecé a pensar exactamente hace un año un año y un dia. Al día siguiente de uno de los días más felices de mi vida, el del #casamientode15. Los viejos visitantes de este blog saben de lo que hablo (incluso he tenido reclamos por la demora de este post). Los nuevos, pueden enterarse acá.
Este post es un poco para mí, es bitácora de un día increíble. Es el placer de volver a ver las fotos y acordarme de cosas, gentes, palabras, emociones (alabadas sean las fotos y todo lo que nos regalan).
Otro poco para el que lo lea, para que se lleve algunas lindas (y fáciles de implementar) ideas de decoración, y muchas ganas de casarse. Lo dije antes, lo digo ahora: casarse es lo más. Y si te casas después de 15 años de feliz convivencia, con hijos que cada tanto te preguntan ¿y ustedes porqué no se casaron? y no tenés ninguna respuesta lógica para darles, bingo. Felicidad total.
Casarnos era un plan que teníamos desde hace tiempo, no se cuanto. Cuando nos conocimos los dos veníamos con el corazón roto de vidas pasadas y no queríamos compromiso de ningún tipo, así que teníamos una relación muy free... de vernos todos los días, casi todas las noches, al tiempo comprar juntos una casa, tener una hija, y luego otra. Eramos felices así sin papeles. Pero, porqué no? En algún momento empezamos a fantasear con el plan de casarnos. Pero siempre había algo mejor que hacer, organizar o en que gastar algún ahorro: arreglos en casa, planear un viaje, cambiar el auto. Hasta que un día dijimos "ahora". Sabíamos que no queríamos mega fiesta, pero sí que teníamos gente querida con quienes celebrar. Y yo que venía hace rato guardando ideas en una carpeta de Pinterest, datos en mi agenda, favoritos en mi browser (porque acumuladora-compulsiva-de-datos, remember?).
Y así, pusimos fecha y en 3 meses nos casamos. Corrimos un poco con algunas cosas, hicimos laburar a todos a nuestro alrededor y nos divertimos mucho mucho. Planeamos un casamiento para una noche primaveral de Noviembre. Y nos casamos en una noche invernal de noviembre, con 10 grados y una de las sudestadas más grandes de los últimos tiempos (dato no menor si la fiesta es en Tigre).


Este es el topper de la torta, con una ilustra divina que nos hizo un amigo. Los muñequitos también los usamos para identificar los baños.
Y ahora fotos, muchas fotos.

Lo primero que hicimos fue definir el lugar para la fiesta: la casa de mi hermano.
Lo segundo fue armar una task-force de decoración y ambientación con mis amigas Anita, Marian y Dolo.
Lo tercero fue decidir un color y estilo. Queríamos algo lindo, simple, no muy caro, hecho por nosotras... Blanco seguro. Pero sólo blanco? y ahí me acordé de una caja que tenía guardada con más de 1000 rosas de tela que habían sido escenografía de un comercial que había filmado #marido en su etapa de Director, y que usé durante mucho tiempo como deco de mis stands en la época de ferias (rosas que son bastante feas, debo decir, pero muchas juntas son un boom!). Así que blanco, colorado y rosas eran la guía principal.

Guirnalda de jirones de telas con diferentes texturas, estampas, encajes y cintas. Cortinas hechas con las rosas desarmadas, canutillos y tanza (paciencia china! gracias Marian!!!!). Frasquitos de yoghurt con arena y velas. Un par de livings desparramados por el jardín (alquilados a O'Connor y Co.) que tuvimos que entrar apenas llegaron los primeros invitados y nos corrió la lluvia.

Manteles de cuadrillé (bah... manteles... telas con desflecado en los bordes). Casitas de Corazón x Sur (y cuanto adorno rescatáramos de nuestras casas) y encajara con la ambientación. Pétalos de flores en la pileta. Bolsas de papel con arena y velas, con el borde troquelado con infinita paciencia x Dolo.

Pizarras, tan de moda. Pero antes de arrancar con el lettering que teníamos en mente, #pequemenor agarró la tiza. No puede haber una tipografía más linda.

Frascos intervenidos con marcadores blancos, por Anita, con hojas de las cortaderas del jardín. Caja de Coca vintage, y jengas para que los invitados dejen sus mensajes. Livings armados en el jardin, con Bonalonas en el pasto. Camastro antiguo bajo el arco de futbol con guirnalda de petalos de flores (si si, las rosas de tela tienen muchas vidas). Ese era el rincón para las fotos, pero #lluvia. En fin...

Cortinas largas de jirones de tela, igual que las guirnaldas. Toda la familia haciendo nuditos!

Globos de papel de diferentes tamaños. en la galería y entre los árboles. Jirones de tela para darle un toque de color. Guirnaldas de luces tipo kermesse y luces navideñas.

#pequemenor #pequemayor, sus primas y una amiga. Armando los fanales de papel. O corriendo con las telas al viento. Todo listo.
Ahora teníamos que ir a cambiarnos. El plan era  ir los 4 a un hotel en la zona, donde después ibamos a dormir. Peeeeero... estaba inundado!
Listo. Nos quedamos acá.
Fuimos a ponernos lindos!

Lindos mis zapatos de Gretaflora. El vestido de Min (con Min eramos vecinas de stand en las Ferias del Dorrego e hicimos unos cursos juntas en el CMD hace mil años y siempre le decía que si un día me casaba mi vestido me lo iba a hacer ella. Cumplí.). Y mi ramo y el bouttoniere de #marido hecho por las grossas de Ceci y Meena de Cia. Botánica!!

Por suerte estaba el brasero. Hizo un frío tremendo!!! Terminamos todos emponchados con lo que hubiera a mano... El canasto con Off para los moscos  quedó de lo más lindo pero de lo más inútil, a ningún mosquito se le cruzó por la cabeza venir a molestar con este clima. Más botellas tuneadas con marcador y cortaderas. Fanales hechos con frascos de yogur, papel tipo pergamino y dibujos con marcador (qué genia Anita!!) . Guirnaldas de luces tipo kermesse.

La comida fue un hitazo. Si necesitan un catering amigable, variado y rico lo llaman a Marcello El. Si quieren hacer un curso de sushi, también. Y si quieren comer en un puertas cerradas tremendo, también. Él y su equipo, unos bombonazos.

Un poco de baile en el jardín cuando paraba de llover. Un poco de danza del fuego. El DJ, del equipo de Lucio Jauregui DJ hizo magia con la música.

#ihavethisthingwithshoes. Parece que Marce, la fotógrafa, tambien.

Qué lindo, pero qué lindo es celebrar. Lo que sea. Porque siempre hay un motivo real para brindar, no?

Nota importantísima: todas las fotos tan lindas de este post son de Marce Cagliolo (fotógrafa que agendé cuando vi el post del casamiento de Pepi, la misma que ahora  está haciendo un viaje increíble por el mundo con sus Dos Pasaportes (vos decís que te siga los pasos en todo, Pepi? Ok.)